La madera es símbolo de nobleza, calidad, diseño y confort. Es un material vivo cuya extraordinaria belleza y resistencia se ven afectadas por el paso del tiempo y el efecto de los agentes externos del mismo modo que le ocurre a nuestra propia piel.
Para disfrutar de una madera tan bella y sana como el primer día, capaz de despertar todos nuestros sentidos, debemos cuidarla del mismo modo que lo hacemos con nuestra piel: previniendo, protegiendo y recuperándola con productos específicos de alta calidad y eficacia que mejorarán su aspecto y funcionalidad. |
Los mismos agentes externos e internos que afectaban a la madera en el árbol siguen afectándola cuando se convierte en elemento constructivo. Rayos UV del sol, humedad, insectos y hongos. Para proteger la madera y mantener sus propiedades naturales son necesarios tratamientos que tendrán en cuenta el tipo y la intensidad de exposición a estos agentes.
Agentes atmosféricosLa humedad provoca que la madera se hinche y se agriete, y además favorece la aparición de hongos.
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InsectosLas larvas xilófagas son las crías de insectos coleópteros (familia de los escarabajos) que utilizan la madera para alimentarse y desarrollarse hasta que son adultos. La humedad facilita su reproducción y desarrollo. |
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HongosEl contenido de humedad de la madera tiene vital importancia para la filosofía de los hongos y la germinación de las esporas. De entre todos los hongos relacionados con la madera destacamos los hongos cromógenos, frecuentes en las coníferas, que no afectan a las propiedades de la madera y se caracterizan por la coloración negra/azulada y los hongos de pudrición los cuales ocasionan pérdida de propiedades y cambios de color a la madera. Imprescindible medidas preventivas. |